Quindianos marcharon contra la mega minería y en defensa de su territorio
A pesar de la lluvia cerca de 3.000 quindianos acudieron al llamado por la defensa de la vida, el agua y el territorio. La IV marcha carnaval del Quindío mostró la indignación de un pueblo que reclama repensar el desarrollo a partir de la vida, la biodiversidad y el territorio.
Desde la noche anterior y durante toda la mañana de hoy 7 de junio, llovió copiosamente en todo el departamento del Quindío. Sin embargo, ello no fue obstáculo para que delegaciones de los 12 municipios del departamento arribaran al Mirador de la Secreta, en el sur de Armenia, lugar que los organizadores de la IV Marcha Carnaval del Quindío dispusieron como sitio de salida.
Hacia la una de la tarde, empezaron a llegar las delegaciones. Cientos de jóvenes con vistosas coreografías en las que representaban árboles, agua, pájaros, abejas, campesinos y hasta chapoleras, buscaban refugiarse de la lluvia bajo la cubierta de la estación de buses, que resultó insuficiente para albergar a tantas personas, incluyendo uno que otro politiquero urgido de votos.
El ambiente de carnaval se sintió de inmediato. Bongos y tambores empezaron a retumbar y tras ellos las arengas cantadas en coros, a veces armónicos y a veces no tanto, pero que en todo caso se entendían: “Queremos chicha, queremos maíz, y multinacionales fuera del país”. “Queremos bosques vivos, ríos cristalinos, y tierras cultivadas por nuestros campesinos”. Lo que allí se palpaba era la energía sin límites de una juventud consciente y dispuesta a jugar su papel de defensora de su territorio.
Hacia las dos de la tarde el sitio era ya un hervidero de emociones, angustias, rabias y esperanzas reprimidas, que se conjugaban en las gargantas de una masa dispuesta a cumplir la tarea por la que habían llegado. En el instante en que la lluvia dejó de caer, la multitud copó la ancha carrera 18, desplegando banderas, pasacalles, y carteles que reclamaban proteger los páramos y el agua, que rechazaban la explotación mediante mega minería del oro y demás metales preciosos, el uso del fracking en la explotación de petróleo, los monocultivos de pino, eucaliptos y aguacate Hass con los que las multinacionales se están apoderando del territorio y reemplazando nuestros hermosos bosques altoandinos.
La marcha avanzó por toda la carrera 18, atravesó el centro de la ciudad, dobló en la alcaldía hacia la carrera 17 y subió por la calle 21 a la Plaza de Bolívar. Una vez allí, las “Ahumadoras”, un colectivo de mujeres que con sahumerios invocan a nuestros ancestros, realizaron su rito e imploraron que nos derramen sabiduría para comprender y dar sentido a nuestra vida en total armonía y respeto por la naturaleza. También se leyeron las proclamas y manifiestos en las que se expresaba el compromiso solemne de continuar y acrecentar la resistencia en defensa de nuestra biodiversidad y la exigencia al gobierno de Iván Duque para que deje la indolencia y se decida a gobernar pensando en el interés de las mayorías y no en el de un puñado de compañías foráneas e inversionistas desalmados que sólo viven en función de sus ganancias.
“Esta no será la última vez que nos encontremos, la lucha seguirá y crecerá y el triunfo será nuestro. Nuestro oro es el agua, el oro no se come, el agua se respeta” sí se despidieron, eso dijeron los jóvenes tomados de la mano en el corrillo que se abría y cerraba a la voz de las ahumadoras y el resonar de las tamboras en plena plaza de Bolívar. La IV Marcha Carnaval del Quindío fue una gran fiesta de unidad, confraternidad, lucha y resistencia. El Quindío se lució y esta en pie de lucha.
