Médicos y enfermeras en Colombia no gozan de buena salud
Por: Elizabeth Pérez P
Es como de no creer. La crisis que atraviesa el sistema de salud en Colombia es de tal tamaño, que ni los médicos, enfermeras, auxiliares y en general las personas que laboran en clínicas y hospitales se salvan de ella. Esta problemática quedó en evidencia durante el Foro Propuestas para superar la crisis del sistema de salud en Colombia, realizado en la Universidad del Quindío el pasado 8 de febrero.
Hablaron expertos: médicos especialistas, una abogada experta en talento humano; el gerente de la Clínica Sagrada Familia en Armenia, médico Carlos Rozo; Jorge Enrique Gómez, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Uniquindío; Óscar Ospina Quintero, médico curtido en las lides de la política, quien ahora hace parte de la Mesa del Congreso por la Salud Pública.
Decían ellos en el foro ‘los médicos también se enferman’. Por supuesto. Lo delicado es que muchos de ellos, de los que nos atienden a nosotros, los usuarios del sistema de salud, no pueden ni siquiera afiliarse al sistema, porque los ingresos no les alcanzan. Denunciaron, de nuevo, que con frecuencia pasan cuatro, cinco meses, sin que les cancelen sus honorarios. Incluso, aseguraron, conocen de casos en otras regiones del país en donde personal de salud se ha visto obligado a irse a vivir a los hospitales, “porque los echaron de las casas donde vivían, por no tener con qué pagar el arriendo”.
El consenso entre ellos es que es indispensable la derogatoria de la Ley 100 y la entrada en vigencia de la Ley Estatutaria de la salud. Varias son las razones que esgrimen. Una, y quizá la más determinante, es la intermediación financiera que la Ley 100 instauró en el país, y que ha resultado onerosa y hasta pudiera decirse que tendenciosa, denunciaron. Bajo esta modalidad, los dineros públicos de aportes a la salud pagados por la ciudadanía, pasaron a ser dineros privados administrados por las Empresas Prestadoras de Salud, EPS. Al ser un negocio privado, esta norma les garantiza a las EPS utilidades.
“La Ley 100 es un modelo financiero fracasado”, enfatizó la médica psiquiatra Carolina Corcho, quien expuso como alternativa “volver a lo público”, pero con unas condiciones diferentes a como funcionó el extinto ISS. Se trata, dijo, de que haya participación tanto del Estado como de la sociedad civil.
Durante los 25 años de existencia de la Ley 100, lo que ha podido evidenciarse es el surgimiento del mercado de la salud, cuando en realidad se trata de un derecho fundamental, como quedó establecido en la Ley Estatutaria número 1751 del 16 de febrero de 2015, explicaron.
Al cierre del foro llego Jorge Enrique Gómez, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, con un mensaje “de esperanza y reflexión”. Dijo que “es el gremio médico el que tiene que presentar propuestas de reformas al sistema de salud”, para así “despertar de esta larga pesadilla”.
Y como bien se sabe, la salud pública es un asunto que tiene que ser regulado por el Congreso de la República, Luciano Grisales, actual representante a la Cámara por el Quindío, invitado a esta charla, aseguró que “no es solo un problema de recursos”. Destacó que ahora es necesario tener en cuenta los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ODM, trazados por la ONU, para formular nuevas políticas públicas en salud, en las que hay que incluir los impactos del cambio climático y el envejecimiento de la población colombiana.
