Editorial. Edición impresa Nº27. Diciembre
Arrancó en firme la campaña electoral para el congreso de la república, se cerró ya la inscripción de las listas y las modificaciones de candidatos, los partidos y movimientos políticos pusieron las cartas sobre la mesa y ahora empieza el juego de atraer electores.
Siendo la política la lucha por quién se queda con las mayorías, empezamos a ver sin asombro, pero con rabia, las recurrentes formas como algunos políticos logran sus respaldos.
La lucha entre quienes buscan sus adeptos a partir de programas y propuestas y quienes a falta de tales, optan por tapar sus impedimentos éticos, morales y hasta judiciales con costalados de dinero, promesas y dádivas, se aviva en cada proceso. Denuncias van y vienen, unas con soporte, otras infundadas y mal intencionadas. Las acusaciones son el pan de cada.
Más allá de la manipulación mediática, que es en lo que se han convertido las campañas para elegir a nuestros representantes, los ciudadanos necesitan conocer, además de propuestas serias y concretas, la hoja de vida de los flamantes candidatos. Saber de dónde son, qué intereses representan, cuál ha sido su experiencia y comportamiento en cargos públicos, qué condenas ha cumplido o qué sanciones le han sido impuestas por los organismos de control, qué tipo de negocios adelanta en el sector privado, etc.
Si de veras queremos erradicar el develado flagelo de la corrupción que carcome nuestra sociedad, tenemos que tener más sentido crítico e investigativo a la hora de escoger nuestros representantes; entender que el poder que les otorgamos va a ser usado por ellos, a partir de su formación ética y moral, bien sea para enriquecerse, enriquecer a sus amigos y atornillarse en el poder, o para luchar por las transformaciones sociales que tanto anhela la sociedad colombiana, a partir de proyectos y propuestas que se traduzcan en bienestar general y no en negocios particulares.
Por fortuna ahora se cuenta con la internet y es muy fácil indagar a través de buscadores como “Google” la hoja de vida de cada cual. No espere que el candidato le presente su hoja de vida, búsquela, si quiere tener una versión imparcial.
Recuerden que extirpar este cáncer que ya ha hecho metástasis en toda la sociedad, no se logrará renegando en las cafeterías y esquinas de los barrios, se requiere que actuemos. Y esa actuación es a través del voto, es nuestra única arma. El voto puede ser un arma de destrucción masiva de corruptos o puede ser un arma de destrucción de nuestro futuro y el de nuestros hijos. Eso depende de cada uno.
Desde estas páginas editoriales, queremos desearles a todos nuestros lectores, anunciantes y amigos un feliz y venturoso año nuevo. Agradecerles por apoyarnos durante todo este 2017 y decirles que en 2018 seguiremos trabajando con más empeño y profesionalismo para informales todo lo que pasa en Quimbaya y el Quindío ¡Bien contado!
