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Cambiar el modelo económico es un asunto de supervivencia humana

“El debate hoy no es entre izquierdas y derechas, es entre quienes defendemos la vida y los que promueven la política de la muerte”: Petro

“El cambio climático es una realidad. Nosotros debemos replantear nuestra relación con la naturaleza. Debemos reconocer con humildad que no la dominamos, que es ella quien nos domina. Debemos separarnos del carbón y del petróleo e incursionar en las nuevas energías, las energías limpias. Es un asunto de supervivencia”

Gustavo Petro

Durante su visita a Armenia el pasado 3 de noviembre, el aspirante a la presidencia de la república y puntero en las encuestas, Gustavo Petro Urrego, cumplió una completa agenda que inició a las 8 a.m. con una conferencia de prensa en el hotel Café Real, siguió con una disertación académica en la universidad del Quindío, posteriormente almorzó con dirigentes sociales, políticos y empresarios, concedió una entrevista exclusiva a la alianza informativa periódico Generación 100-Canal 22 de Quimbaya y termino su jornada en el municipio de La Tebaida, donde hablo en el recinto del Concejo Municipal.

No obstante el afán de los reporteros por la “chiva”, el exalcalde de Bogotá pudo explicarles su visión y propuestas sobre temas como la inseguridad ciudadana, modelo de educación, crisis de la salud y cambio climático, entre otros. Explicó por ejemplo por qué la encarcelación como modelo represivo para atacar la delincuencia juvenil urbana, que se concentra principalmente en las grandes ciudades a través del hurto de celulares y que es el rey de los delitos hoy en Colombia, dada la disminución significativa de los homicidios como efecto positivo del proceso de paz, ha fracasado estruendosamente, por ser un modelo populista que no ataca las causas que lo generan. “El delito de hurto de celulares y otros, es una expresión de discriminaciones sociales, cuyo origen está en la exclusión de la juventud popular en las grandes ciudades, por tanto, como lo demostramos en la Bogotá Humana en el último año de gobierno, fue a través de políticas sociales que garanticen la inclusión de los jóvenes en situación de delincuencia, como logramos reducir en un 33% el hurto de celulares y otros.

Haciendo una retrospectiva de las contradicciones que aún gravitan en la zona cafetera, se preguntó ¿por qué el Quindío es una de las cunas de la violencia contemporánea en Colombia? ¿Por qué algunos ciudadanos de esta región vieron en las armas una posibilidad de solución? Recordando el origen de Manuel Marulanda Vélez (Tiro fijo), quien era del municipio de Génova, entre otros.

“El viejo Caldas nos dio el escenario de lo que ha sido una violencia de 60 años que pareciera terminar. Personas ligadas a la vieja violencia del siglo XX y a las violencias contemporáneas, del paramilitarismo, de lo que denominó ‘las bandas de pillaje ligadas a la clase política tradicional’. El café está allí como uno de los objetivos del pillaje desde la década del 40, por tanto el café está ligado a la historia de la paz y de la violencia en Colombia”.

Recordó que si bien el café fue nuestro articulador fundamental con el mundo, sus propietarios y cultivadores nunca fueron grandes terratenientes. Fue precisamente por ser nuestra riqueza, por lo cual se produjo la violencia. Es decir, el éxito cafetero atrajo la violencia a la región. Hoy el café dejó de ser nuestro articulador con el mundo. Vino una crisis que fue por motivos políticos y fue por decisiones políticas. Presidentes que se eligieron con el soporte del mundo cafetero, lo que construyeron fue la destrucción del mundo cafetero.

Acusó a los gobiernos de Pastrana, Uribe y Santos, (de los últimos 25 años) de quienes dijo que, habiendo sido elegidos con los votos de la mayoría de los cafeteros, lo que hicieron fue destruir el mundo del café. Lo hicieron a partir de un cambio del modelo económico, sustituyendo el viejo modelo (agropecuario) por un modelo de extracción de carbón y petróleo, con uso intensivo de agua. Mientras el café, la agricultura y la agro-industrialización hizo crecer ciudades como Armenia, Pereira y Manizales y más Medellín, e Ibagué, y producía grandes cantidades de puestos de trabajo; el mundo económico de la extracción –Carbón, petróleo y en el fondo cocaína- en estos últimos 25 años, no produjo puestos de trabajo. Es un mundo de dineros fáciles. Gracias a sus altos precios internacionales, nuestra sociedad se fue acostumbrando a una especie de repartija de rentas de dineros fáciles. De ahí el estallido de la corrupción política. Pero tal modelo de dineros fáciles, nos trajo el derrumbe de los puestos de trabajo y del trabajo asalariado en todo el país.

Dijo que ese modelo económico de extracción del carbón y el petróleo llegó a su final. Que al igual que la economía cafetera hizo crisis y fue sustituida por una economía carbonera y petrolera, ésta llegó a su final y explica una enorme crisis ética, social, económica, de puestos de trabajo, de productividad en el mundo y que el cambio climático es su expresión. Afirmó que tal crisis se cierne sobre Colombia, precisamente en el momento en que estamos discutiendo si salimos definitivamente de la violencia que se originó hace 60 años, en este lugar. Cuando estamos discutiendo si es posible una era de paz. He ahí la importancia del debate electoral que estamos viviendo, de las candidaturas presidenciales y de la definición que va a venir en mayo. Colombia está en la encrucijada de si retorna a niveles superiores de violencia o construye una era de paz, cuando su modelo económico fundamental en el mundo y en Colombia muere (el modelo carbonero y petrolífero).

Ante tan realista panorama lanzó sus propuestas y alternativas de solución. El Cambio climático en el mundo, la agonía del petróleo y el carbón, la caída de su precio internacional y por tanto el derrumbe de las economías colombiana, venezolana, argelina, del medio oriente, de los países Árabes etc., nos muestran la aparición de algo nuevo: Separarse del carbón y del petróleo. Implica nuevas energías. Una nueva concepción de la energía productiva en el mundo. La energía eléctrica tiene como fuente hoy el carbón y el petróleo en el mundo. Separarse de esas fuentes nos lleva al agua, al sol, al viento y al centro de la tierra. Energías limpias.

Recalcó que Colombia tiene experiencias de producción de energía basadas en el agua, pero no la tiene, basadas en el sol. Este mundo nuevo, basado en energías basadas en el sol, limpias, que aparece en el mundo cada vez con más fuerza ¿qué efecto podría tener en la región cafetera y en el café, en la riqueza de la región, en la inclusión de la juventud y la posibilidad de una era de paz? es el tema que quiero debatir con la sociedad, con los medios de comunicación. Una nueva perspectiva que debería estar siendo debatida por las fuerzas sociales y políticas de la región.

El sol es donde tenemos mayores ventajas comparativas y prácticamente no lo estamos utilizando. Trasformar la energía solar en energía eléctrica hoy es tecnológicamente posible, a través de los paneles o celdas solares. Sus costos han caído sustancialmente en los últimos años.



Hoy la energía solar es más barata que la sustentada en el petróleo y el carbón. Y tiene una modalidad que es la que me parece pertinente. No se necesita concentraciones de capital enorme para generar energía, como las hidroeléctricas o las termoeléctricas, sino que cada hogar puede producir energía solar. Si un programa de transformación de techos, hoy venenosos por su contenido de asbesto, es reemplazado por paneles solares en todos los hogares de Colombia y sobre todo donde más radiación solar hay, millones de hogares colombianos pueden generar energía solar, cambiando completamente el panorama de la generación de energía. Millones de colombianos generando energía, significa que el costo de la energía se vuelve casi cero. Es decir, el mercado de la energía cambia sustancialmente. Si el costo de la energía se vuelve casi cero, habrá unas nuevas condiciones de agricultura, de producción, de transporte urbano, de urbanismo, de industria, de producción de servicios en el mundo y puede ser en Colombia. Eso es lo que se ha denominado la “Tercera revolución industrial”. ¿En qué consiste? En que si hay millones de generadores de energía limpia, distribuidas en redes, las podemos articular a las nuevas formas de conexión de comunicación informática en red.

El mundo del café tendría otra oportunidad. La energía limpia, barata, generada democráticamente, y las redes informáticas, nos pueden traer una nueva expansión en riqueza a través del café e industrialización en la región cafetera, y por tanto decenas de miles de puestos de trabajo, fundamentalmente juveniles y femeninos, y en consecuencia una nueva expansión en la región.

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